domingo, 8 de mayo de 2011

EL RASTRO Y SU GENTE

Hoy como cualquier mañana de domingo es día de rastro en Madrid, un lugar apasionante donde gente de difrentes clases sociales y gustos se juntan para compartir una misma tarea, la de encontrar los mejores precios a base de rebuscar y rebuscar. Las calles son un incesante griterio para atraer con las mejores ofertas a los clientes, precios de 1 a 5 euros son los que triufan pero hay puestos de todos los tipos. Estan los que venden prendas a 1€, bastante horteras la mayoría de las veces pero si tienes suerte algo puedes encontrar. Hay puestos que venden la ropa más cara asemejandose a los precios de un Berska, ¡nunca comprendere esto!; la gente va al rastro a encontrar cosas a precios asequibles diferentes a los de cualquier tienda habitual, pero ellos se empeñan y se arriesgan con precios de 10€ en adelante. Los cosméticos también ocupan su lugar en este mercadillo productos adquiridos siempre por mujeres y chicas jóvenes que compran maquillaje porque pone son de marca ¿que persona del sexo femenino no busca algo asi? lo que más me sorprendió entre este incesante ir y venir de puesto en puesto fue que con la llegada de mayo se atreven a vender hasta vestidos de comunión, desde luego esto ayudara a que muchos niños puedan tener su vestido propio en tan señalado día y no recurrir a uno prestado, esto seguro que los hará más felices. la fruta también ocupa un lugar destacado en estos mercadillos de barrio y es que resistirse a tan suculentas ofertas en las que los kilos se venden a euro, es complicado. Me paro y escucho a lo lejos, ¡vestidos a 3 euros!, los chillidos son incesantes pero este llama mi atención, me giro y leo "bestidos a 3€" tal falta de ortografía hace dañó a la vista, pero tras caminar a lo largo de todo el rastro descubro que esto es algo habitual, la mayoría de gente que dedica su vida a ir de pueblo en pueblo con su puesto de 4 palos de metal no tiene a penas cultura, lo que aprenden es a sobrevivir en la calle ya que haga buen o mal tiempo siempre estan allí, intentandose ganar la vida.
Si tuviera que describir el tipo de gente que va a estos mercadillos diría que no existe un estereotipo fijado. Encuentras desde gente con traje de chaqueta, mujeres arregladas con tacones de aguja, creo que este no es el atuendo más apropiado para acudir allí pero cada cual a su estilo, también encontramos familias,personas mayores, gente vestida con ropas anchas, heavys, extranjeros... y es que si algo tiene el rastro es que todo el mundo puede acudir allí, ya que seas de la clase que seas siempre habrá un puesto para tí y tu forma de vestir, además los precios son los que te atraen más visitarlo ya que el ahorro es claro y la verdad porque como plan para una mañana de domingo es ideal.